sábado, 10 de diciembre de 2011

Los deseos de fin de año


Es raro, por esta época todos empezamos a hacer balances y a soñar con un nuevo año maravilloso... y eso tiene su encanto, pero la verdad, es que ya cada vez me cumplo menos la lista, porque me perdí en la mitad de mis propósitos, porque me dio pereza, porque no tuve el suficiente coraje, porque llegaron otras cosas...

Ponerse metas está bueno... soñar, mejor! Pero que no llegue la frustración cuando estemos frente a la hoja manchada del año pasado que prometía miles de cosas. Lo que propongo entonces, es escribir todos los logros de este año por pequeños que sean, cualquier cosa que tuvo valor en su momento, cualquier cambio: el corte de pelo, usar falda, ponerse tacones en un día lluvioso, decirle al jefe que "no", viajar sola, ahorrar o gastar sin temer al futuro... todo lo que haya sido verdaderamente significativo este año.

Creo que ahí realmente está el valor de lo vivido. En lo que logramos en la cotidianidad, en el día a día, en la aguja y el hilo de cada acto...

Ya no quiero ponerme metas elevadas o difíciles, ya no quiero proponerme dejar de fumar, bailar tango, o lanzarme en paracaídas, es más, creo que desde hace algunos años, ya no me propongo nada. Sólo agradezco lo vivido, lo aprendido, lo bailado, lo sufrido, lo perdido... agito la varita mágica, cierro los ojos y pido que todo lo que venga el año entrante, sea para bien, para gozar y crecer.

A todos los chicos que siguen este blog, a todas las cómplices que se toman cinco minutos para leerme, a todos los desprevenidos, muchas bendiciones, mucha alegría, mucha vida, mucho amor... Feliz nuevo ciclo!!!